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Todo ordenador requiere una cuenta de administrador al iniciarlo. Las cuentas de administrador son los tipos de cuentas con más derechos en un ordenador. La cuenta de Administrador tiene permiso para ver todos los archivos del sistema, hacer cambios importantes que afectan a todos los sistemas, instalar software y hardware nuevos y cambiar los nombres de usuario y las contraseñas de otros usuarios. Una vez conectado como Administrador, puede hacer prácticamente cualquier cosa con su ordenador.
El uso de una cuenta de Administrador como la cuenta principal para actividades cotidianas conlleva una serie de riesgos de seguridad. El administrador podría cambiar o borrar un ajuste importante para el sistema sin intención. Si un programa o atacante malintencionado puede controlar la cuenta de administrador, el malware puede hacer cualquier cosa y realizar cambios que pueden resultar en daños importantes. Cuantos más derechos tenga el administrador, mayores serán los daños.
Es posible protegerse utilizando una cuenta estándar de Windows como su cuenta primaria. Las cuentas estándar son más limitadas. Puede realizar todas sus tareas cotidianas, pero la regla principal es que las cuentas estándar no pueden realizar cambios importantes o permanentes en el ordenador. El malware instalado bajo una cuenta estándar no puede hacer cambios perjudiciales al sistema, y los hackers que obtienen acceso a una cuenta estándar solo pueden acceder a los archivos de dicho usuario.
Durante el uso normal, conéctese siempre con una cuenta estándar. Si el ordenador es utilizado por más de una persona, cada usuario debe tener su propia cuenta estándar.